Empezó en el mundo de la moda diseñando prendas con sus hermanas y organizando desfiles en la casa de su abuela. De esto hace ya más de dos décadas, cuando una jovencísima Ágatha Ruiz de la Prada, daba sus primeros pasos en un sector del que hoy es todo un referente. La diseñadora es conocida en más de 120 países por sus originales diseños, sus colores atrevidos, sus corazones y flores... La iconografía que acompaña a todos los artículos de Ágatha Ruiz de la Prada los hace inconfundibles. La empresa, que ha exportado su concepto a ciudades de todo el mundo, apuesta ahora por su desarrollo en Estados Unidos y en China.

Los productos de Agatha Ruiz de la Prada, son productos con un valor agregado, porque su diseño y creatividad son dignos de la marca única que tiene una creatividad máxima y una expresividad única.

Cuando alguien ve un producto, ya sea una prenda, un mueble o un complemento, de Agatha Ruiz de la Prada, sabe que es de la diseñadora, por lo que eso ya significa una diferenciación repecto otras marcas.

Lo más representativo de la marca son las prendas de mujer, de hombre y de niño, pero además la firma Agatha Ruiz de la Prada, también tiene una línea de accesorios para el baño, para la cocina o para el salón. Todos los productos de la firma son objetos utilitarios aunque con el valor sumado del diseño único.

Quien es....

Agatha Ruiz de la Prada empezó en el campo de la moda en 1980, desde entonces hasta hoy ha conseguido mantenerse al margen de todas las corrientes dictadas por las principales pasarelas internacionales.

Esta postura le ha permitido diseñar un lenguaje propio y global, una auténtica revolución contra lo establecido.

Los diseños de Agatha reflejan una actitud ante la la vida llena de amor, humor y optimismo, a base del color y la pregnancia de sus formas.

De esa combinación obtenemos unos valores orgánicos y dúctiles que serán constantes vitales en todos sus objetos: sillas, relojes, vajillas,cortinas, tejidos, etc.

Nos encontramos ante un concepto de la vida que abarca hasta los más mínimos detalles, un mundo primitivo, lleno de color y vitalidad.